Lecturas para lejos

Porque el destino de estos graves y sobrios autores clásicos con los que entablamos forzado y a veces penoso conocimiento en las aulas es diluirse en nuestra sangre y penetrar en la sustancia misma de la memoria; y así, una frase de Virgilio no habla tanto de Mantua y de Augusto como de rincones de nuestra tierra natal y de la propia juventud del estudiante ya irrevocablemente perdida. 
Robert Louis Stevenson, La resaca