Estoy segurísima.

Gracias a la web tragacine puedo actualizar este blog sin currármelo demasiado:
http://www.tragacine.com/primer-plano/ana-sanz-magallon-en-pocos-lugares...

Con una dilatada experiencia en el mundo del guión -más de 10 años-, Ana Sanz Magallón se ha destacado como analista, story editor y coordinadora de guiones para muchas productoras. Ha participado en largometrajes como “Bajo las Estrellas”, de Félix Viscarret, Goya 2008 a guión adaptado; “El truco del manco”, de Santiago Zannou, Goya 2009 a dirección novel; “El gran Vázquez”, dirigida y escrita por Óscar Aibar; y más recientemente “Todos están muertos”, de Beatríz Sanchís, entre otros, donde ha puesto su pasión por el mundo del cine, además de trabajar en películas para televisión.

También se ha dedicado al área de formación. En Venezuela ha sido invitada para dictar talleres de guión en varias oportunidades.

Tragacine.com a traves de su corresponsal en la peninsula ibérica, contactó a Sanz Magallón para conocer más sobre el guión:

-¿Cuáles son las claves de un buen guionista?

-Un buen guionista debe tener historias que merezcan la pena contar, y el conocimiento técnico para contarlas de la mejor manera posible.

-¿Cómo se hace a un buen guionista?

-“Tener buenas ideas” puede ser cuestión de suerte, talento, inspiración o capacidad de imitar otras buenas ideas. La técnica puede alcanzarse a través del sistema de ensayo y error, pero creo que desde luego ahorra tiempo leer libros al respecto, o cursar estudios, o aprender como sea de los que ya saben.

-¿Crees que en Latinoamérica se subestima el oficio?

-Creo que en pocos lugares no se subestima al guionista.

-Has tenido la oportunidad de ser analista de guión para programas de financiación e institutos de cine, ¿cuáles son los aciertos y desaciertos de los guiones en Latinoamérica?

-Creo que hay un enorme talento creativo, pero que en ocasiones no se tiene tanto en cuenta al espectador como al autor: a veces los guiones se conciben como la expresión artística de algo que le importa mucho a quien escribe, y que “por tanto debería importarle” a quien lo recibe. En el extremo contrario, aunque es menos frecuente, el defecto es intentar copiar otros guiones que funcionan, o copiar las estructuras que enseñan los manuales de guión, pero sin que realmente le importe mucho al guionista aquello que está contando: guiones “sin alma”.

-¿Qué se busca normalmente en los proyectos que financia, por ejemplo, IBERMEDIA?

-Sin poder ser, en absoluto, “portavoz” de Ibermedia, creo que en general se busca, además de una buena historia bien contada, autenticidad, originalidad, y un punto de vista o “voz” que tenga algo novedoso que aportar.

-Si bien hay algunos aciertos, muchos proyectos tienen dificultades. ¿Cuál crees que sea el problema de los guiones en Latinoamérica? ¿El desarrollo de las historias y la construcción de personajes? ¿Por qué las películas de ficción latinoamericanas siguen teniendo dificultades narrativas? ¿Crees que estos problemas le restan posibilidades de desarrollo comercial al cine latinoamericano?

-Me impone mucho respeto hacer generalizaciones, pero personalmente creo que a veces, más que desconocimiento de esos principios básicos de la narrativa (que también), es desprecio. No querer saber, más que no saber, por considerar que para seguir esas reglas ya está Hollywood, y que hay que inventar otras nuevas reglas “autóctonas”. No me puede parecer más disparatado: renegar de Aristóteles, por ejemplo, porque “no nació allí” -es un argumento que he oído- como si el cine no fuera también una importación. Creo que se confunde seguir una estructura clásica con seguir una especie de formulario que hay que ir rellenando. También es verdad que cada vez hay más guionistas latinoamericanos que eligen adaptar esta estructura clásica, o seguir las reglas de un género (el Thriller, la comedia romántica etc.) para escribir historias muy locales pero que se pueden entender en todo el mundo.

En Latinoamérica, muchos jóvenes tienen dificultades de acceso a libros, no leen, y otro tanto no va al cine, por lo que no cuentan con la materia prima básica. ¿Hay que seguir planteando temas como la necesidad de promover la formación de nuevos profesionales en guión en todo el continente o es un problema creativo?

-Sin duda creo que la formación de guionistas es clave para el éxito de la industria cinematográfica de un país. Siempre puede salir de la nada un genio que escriba en su casa un guión maravilloso sin haber ido al cine jamás. Pero para la cinematografía de un país no creo que el impacto de un sólo creador genial sea tan importante como el de un conjunto de buenos profesionales que eleven el nivel general de las películas.

-¿Te parece que el cine latinoamericano está viviendo un momento especial?

-Sí, estoy segurísima.