El final de Perdidos, yo también

Estos días me han recordado a mis años de colegio, cuando todo el mundo en clase llegaba comentando el 1,2,3 de la noche anterior. Había que ver el 1,2,3, o el programa que fuera. Todo el mundo lo veía, y era de lo que se hablaba, y pobre del chaval a quien sus padres mandaran a la cama a las 10, porque se quedaba en fuera de juego.
Claro que por aquel entonces nadie intentaba no enterarse de qué se habían llevado los concursantes al final, si la Ruperta o el apartamento en Torrevieja. Nadie había pensado esperar a la siguiente emisión ni verlo online, con lo que aquellas charlas matutinas del cole eran un spoiler tras otro.
Yo no he visto el final de Lost. Me está costando mucho mantenerme en la ignorancia.
Estos días me he acordado del un dos tres, de la uno y el huachefe, de la tele de entonces y de esa forma tan distinta de verla.
Cómo ha pasado el tiempo. Doce y media, cómo pasan los años.