Cómo se llega a ser analista de guión

Es una pregunta que me hacen mucho últimamente. Bueno, siempre me la han hecho, sobre todo gente que no tenía que ver con el cine y que se sorprendía de que ese trabajo existiera, o que te pagaran por ello. Ahora la pregunta es ligeramente distinta, porque me la hace gente que sabe que existe ese trabajo y que, con la famosa crisis, ha pensado que podría sacarse unos euros haciendo informes para alguna productora.

La verdad es que me cuesta contestar a esa pregunta, -y no es que quiera bloquear nueva competencia, lo prometo, porque ya apenas hago informes. Pero es que no sé cómo se llega a ser analista de guión en 2010.

Cuando yo empecé, los informes eran una cosa rara, que habían importando productores con vocación industrial, o recién llegados de estudiar en Los Ángeles. Nada más acabar la carrera de Periodismo, hice unas prácticas como auxiliar de producción en una productora, y entre mis funciones estaba leerme pilas de guiones y poner por escrito “qué tal estaban”. Para ello, recuerdo que me pasaron el libro “Reading for a Living”, de T.L Katahn. Hace siglos que no lo releo, y no sé si aún se puede recomendar.

Cuando acabé las prácticas, el productor me preguntó qué quería hacer en el futuro, y le contesté que “me gustaba eso de leer guiones”. Y este productor mandó un montón de faxes –sí, faxes, no había email que yo recuerde- a sus contactos en la industria, recomendándome y sugiriendo que me hicieran una prueba. Y algunos de esos contactos, que se agotaban tratando de leer personalmente las pilas de guiones que llegaban, o que directamente no se las leían, pensaron que eso de tener lectores era una buena idea. Y me jarté a hacer pruebas, o a leer guiones por 3.000 pesetas –sí, pesetas-, y la gente que se quedó contenta me recomendó a otra gente, y esa gente... etc.

Y así empecé a ser analista de guión. Ahora hay más crisis, más analistas, más servicios externos de lectura o desarrollo, pero si realmente quieres ser lector, imagino que todo acaba llevando a lo mismo: conseguir que te dejen hacer una prueba, hacerla gratis o por un precio irrisorio, hacerla bien. Y que te recomienden.

¿Cómo consigues llegar hasta las personas que te puedan encargar un informe? Pues no lo sé, y no sé si yo sabría hacerlo. Tuve la suerte de aquel envío masivo de faxes, y nunca he tenido que llegar y presentarme en algún sitio pidiendo esa prueba. Pero lo que está claro es que si la consigues, el informe tiene que estar bien. Y como las cosas no suelen salir bien sin practicar, a los aspirantes a analistas les recomiendo, en primer lugar, que lean guiones de sus amigos y se los analicen, y les pregunten luego que qué tal estaba ese análisis, y si les era de utilidad.

Es una suerte tener amigos. Sobre todo, en época de crisis. A los míos les doy desde aquí, de todo corazón, las gracias.