Acabo de darme cuenta de que, desde el 28 de diciembre, mi portada del blog es una chorrada que escribí por el Día de los Inocentes. Me había propuesto actualizar más esto, pero todas las opiniones que he querido compartir durante este tiempo se alejan tanto del mundo del guión que por eso me las guardo para mí.
Así que, por decir algo, animo a todo el mundo a que vuelva a asistir a talleres de desarrollo presenciales, que entable charlas en las pausas del café, que se lleve para las noches el licor típico de su pueblo, y que se aíslen unos días de las redes sociales.
Ea. Queda dicho.